Los vehículos de Zuffenhausen no suelen tener rival en los circuitos de este mundo. Ya sea Boxster o Cayenne, en la batalla por las décimas de segundo, Porsche es casi siempre la medida de todas las cosas. Esto también es cierto en el caso del Porsche Cayenne, que nunca ha dejado lugar a dudas sobre su papel como líder dinámico entre los SUV de lujo… hasta ahora.
En el número actual de Auto Zeitung, el Porsche Cayenne Turbo S Facelift 2015 compite contra el nuevo BMW X5 M F85 y, sorprendentemente, es claramente derrotado en una importante disciplina de dinámica de conducción: El BMW X5 M de 575 CV completó el recorrido de manejo en 1:39,4 minutos, mientras que el Porsche Cayenne Turbo S de 570 CV necesitó 0,8 segundos más.
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Los dos SUV potentes también impresionan por sus cifras de sprint al máximo nivel: El Porsche alcanza los 100 km/h en 3,8 segundos, mientras que el BMW necesita dos décimas de segundo más. El Cayenne Turbo S mantiene esta ventaja hasta los 200 km/h, que alcanza en 14,2 segundos.
Quien piense que los colosos de 2,3 toneladas tienen puntos débiles, al menos en lo que se refiere a la frenada, también se equivoca: con los frenos calientes -es decir, tras diez frenadas a fondo desde 100 km/h hasta la parada seguidas-, el BMW X5 M F85 se detiene tras unos impresionantes 32,7 metros, mientras que el Porsche sólo necesita 30 centímetros más.