[vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»grid» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern» css=».vc_custom_1463134132862{padding-bottom: 75px !important;}»][vc_column offset=»vc_col-lg-offset-1 vc_col-lg-10 vc_col-md-offset-1 vc_col-md-10″][vc_column_text]Usted padece cáncer de mama. En nuestro país, más de 15.000 mujeres escuchan cada año, de boca de su especialista, esta trágica expresión que, a pesar de helar el corazón de las afectadas, tiene un elevado índice de supervivencia, ya que el 78 por ciento de las féminas que lo padece sobrevive. «Actualmente, gracias a la detección precoz, superar la enfermedad es una meta accesible para la gran mayoría de las afectadas», señala J.M.S.R., jefe del Servicio de Cirugía de Mama del Hospital de Madrid.
En los casos más extremos, descubrir que el tumor es maligno y que es necesario extirpar el pecho se convierte en la noticia más temida para las afectadas, pues se trata de una medida que implica, en todas las mujeres, un grave trauma psicológico, ligado al rechazo a su propio cuerpo y a la pérdida de la feminidad.
Un avance esperanzador
Sin embargo, el avance de la ciencia ofrece a las pacientes soluciones hasta hace pocos años impensables, gracias a nuevas técnicas quirúrgicas que apuestan, en la medida de lo posible, por conservar la mama y evitar a la mujer pasar por el dramático momento de no reconocer su propia silueta.
«La gran novedad de los últimos años es que la mastectomía, en la que se extirpa todo el seno afectado y que antes se hacía en la mayoría de los casos, ha pasado a un segundo plano en favor de la cirugía conservadora, cuyo fin es salvar la glándula mamaria», reconoce J.M.S., jefe clínico de Cirugía Plástica del Hospital de Barcelona. «Actualmente, el tratamiento conservador, con técnicas muy precisas que minimizan la pérdida de masa mamaria, se realiza en un 70 por ciento de los casos, mientras que la mastectomía tan sólo se hace a un 30 por ciento de las pacientes, cuando el cáncer ya está demasiado extendido y no puede recuperarse la mama», especifica S.R.
En ambos casos, ya se trate de la pérdida total o parcial de la mama, la llamada cirugía oncoplástica, aquella en la que se reconstruye el seno en la misma intervención en la que se extirpa el tumor, se presenta como la gran alternativa para la paciente. «En una única operación conseguimos eliminar el tumor y reconstruir los dos senos de la mujer con la mayor simetría posible, lo que implica una apariencia estética muy satisfactoria y evita que la paciente pase por el trágico trance de verse con el torso plano. Gracias a esta opción, conseguimos un evidente beneficio psicológico que, además, supone beneficios físicos», explica J.F.D., coordinador de la Unidad de Reconstrucción Mamaria Inmediata (RMI) del Hospital de Madrid.
Los especialistas, entre ellos la cirujano plástico Carmen Huertas Bueno, coinciden en que, para la inmensa mayoría de las mujeres con cáncer de mama, la reconstrucción inmediata mejora su imagen, lo que facilita una mayor estabilidad emocional, permite enfrentarse de una forma más positiva a la enfermedad y llevar una vida social y sexual más activa. Sin embargo, a pesar de las demostradas ventajas, lo cierto es que este tipo de intervención sigue siendo algo desconocido, tal y como muestran los datos, pues, en nuestro país, tan sólo el cinco por ciento de las mujeres que se reconstruye lo hace de manera inmediata.
«Falta información, ya que la experiencia nos dice que, cuando las pacientes conocen la posibilidad de curarse y, además, mejorar su físico, todas están dispuestas a completar su tratamiento en una sola intervención », señala F.D.. La diferencia entre extirpar el tumor y, además, aprovechar la operación para reconstruir la mama es de tan sólo 30 minutos más en el quirófano. «Los resultados psicológicos son muy positivos, por lo que merece la pena animar a todas las mujeres a tomar esta decisión», recomienda F.D. «Además, implica beneficios económicos para el propio sistema sanitario, ya que se reduce el gasto invertido en estancias y quirófanos», añade.
Cirugía como tratamiento
La cirugía es la primera opción de tratamiento en el cáncer de mama en estadios localizados. Según el tamaño, situación y extensión del tumor, los especialistas aconsejan seguir una técnica determinada. La tumorectomía, eliminando tan sólo el tumor con la mínima cicatriz, o la cuadrantectomía, extirpando la porción de la mama en la que se encuentra el quiste, son algunas de las alternativas más atractivas de la cirugía conservadora. En ambos casos, el tratamiento debe ir acompañado de radioterapia, con el objetivo de «limpiar» la zona de las posibles células tumorales que hayan podido quedar.
«Una vez extraído el tumor, existen diferentes técnicas para restaurar la mama afectada que, poco a poco, van mejorando», señala F.D. «La última novedad en el uso de implantes es que no sólo se utilizan expansores que estiran la piel para, posteriormente, colocar una prótesis, sino que, ahora, introducimos la prótesis directamente, lo que evita que la paciente deba pasar de nuevo por el quirófano», explica.
Técnicas autólogas
Además del uso de implantes, existen las denominadas técnicas de reconstrucción autólogas, aquellas en las que se emplean tejidos de la propia paciente. Estas intervenciones, a pesar de tener una mayor complejidad, ofrecen unos resultados estéticos más contundentes y duraderos. «La piel del dorsal ancho de la espalda o del abdomen de la paciente es la más aconsejable, ya que sirve para cubrir la parte operada, lo que evita la necesidad de utilizar una prótesis externa, pues el vacio tras la operación se rellena con el tejido propio de la mujer», señala S.R. «La última innovación en este campo es la utilización de la microcirugía, que permite minimizar las cicatrices y reducir el sangrado», añade F.D.
Gracias a un trabajo multidisciplinar en el que oncólogo, patólogo y cirujano plástico aplican sus conocimientos de manera conjunta, las alternativas para ganar la batalla a este mortífero cáncer, el segundo más frecuente entre las mujeres, es algo más que una esperanza de futuro. Y es que curarse y mirarse al espejo con orgullo y satisfacción ya es una realidad para todas las féminas que vencen al tan temido cáncer de mama.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»grid» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern» z_index=»»][vc_column][latest_post type=»dividers» number_of_colums=»2″ number_of_rows=»1″ order_by=»title» order=»ASC»][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern»][vc_column][blog_slider type=»carousel» auto_start=»true» info_position=»info_in_bottom_always» image_size=»landscape» blogs_shown=»6″ show_categories=»yes» show_date=»yes» show_comments=»no»][/vc_column][/vc_row]