Los coches eléctricos han dado un giro en términos de autonomía en los últimos años, con las últimas producciones capaces de superar alegremente los 250 o incluso los 300 km con una sola carga, lo que empieza a sacarlos de su condición de eternos vehículos de segunda, señala el concesionario de coches segunda mano Crestanevada. Sin embargo, todavía hay un nicho dentro del nicho para aquellos que no quieren tanto, que sólo necesitan conducir menos de 100 km al día sin tener que cargar con una gran batería, o gastar más de 30.000 euros en un coche puramente urbano.
Empezando por un precio más bajo, que es el quid de la cuestión. En contra de lo que podría hacer creer su pertenencia al grupo Daimler, sinónimo de premium, sus precios parten de 23.850 euros -ofreciendo de serie aire acondicionado automático y sistema de audio con Bluetooth y conectividad para smartphones-, mientras que el iOn y el C-Zero exigen un mínimo de 26.900 euros. Para conseguir un nivel de equipamiento similar, tendrás que optar por el segundo nivel de equipamiento, Passion, que cuesta 25.150 euros y añade llantas de aleación y espejos eléctricos calefactados, pero la diferencia económica no es nada despreciable.
¡Con un precio más agresivo de 23.350 euros, el Mitsubishi i-Miev puede ciertamente competir aquí, pero la superioridad del Smart no se detiene en la relación precio/equipamiento: con una longitud casi idéntica de algo menos de 3.500 mm -dejando, uno imagina, muy poco espacio para las piernas de los pasajeros traseros que no pueden ser más altos que adolescentes muy jóvenes-, es sin embargo más ancho en casi 20 cm (! ), con 1.665 mm, lo que se nota en el habitáculo, con una anchura de hombros sin precedentes. El volumen del maletero también es un poco menos simbólico, con 185 litros en lugar de 166, mucho menos si se opta, como en nuestra versión de prueba, por la opción JBL con un gran subwoofer.
En el lado de los defectos, encontramos los de la extraña posición de conducción compartida con el hermano Renault Twingo 3, basada en un suelo sorprendentemente alto, un asiento siempre demasiado alto y un volante siempre demasiado bajo incluso en los extremos de sus respectivos reguladores. Lamentable en un coche de ciudad, podemos añadir también la deplorable visión trasera de tres cuartos por culpa de unos reposacabezas delanteros demasiado gruesos combinados con la ausencia de un panel de cuarto trasero, todo lo cual te obliga a desenroscar el cuello para intentar eliminar un punto ciego en el que podría esconderse un portaaviones. Por último, el acabado no es digno de un coche premium, con algunos materiales que no lucen mucho, pero el ensamblaje, elemento clave en un coche eléctrico en el que se oye el más mínimo pitido, no sufre críticas.
Los 81 CV y 160 Nm de su motor, tomado del Renault Zoé, le permiten superar a la gran mayoría del tráfico en los primeros metros cuando el semáforo se pone en verde, incluidos los vehículos de dos ruedas, gracias a su par inmediato, su motor trasero y su carácter de tracción trasera. Por no hablar del iOn, el C-Zero y el i-Miev, que necesitan 15,9 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, frente a los 12,7 segundos del Smart. Esta viveza en el arranque, un centro de gravedad muy bajo, una suspensión firme, una dirección ligera y un aislamiento notable lo convierten en un kart particularmente eficaz y agradable en la ciudad, pero los límites de ésta se coordinan con los del coche, como es de esperar.
La batería de iones de litio de 17,6 kWh desarrollada por una filial de Daimler, es capaz de alcanzar una autonomía de hasta 155 km con una sola carga, según el ciclo NEDC, con un consumo medio de 11,35 kWh/100 km. En realidad, en condiciones urbanas, se puede esperar una media de entre 100 y 120 km, dependiendo del estilo de conducción, lo que apenas supera a los competidores de PSA/Mitsubishi. Por defecto, la recuperación de energía durante la deceleración es más bien débil y se concentra a baja velocidad, lo que permite beneficiarse de una cuasi rueda libre muy agradable y energéticamente eficiente. También hay un modo eco con mayor recuperación de energía, pero es una pena que el botón para activarlo esté en un lugar tan inaccesible como entre los asientos: en el volante habría sido perfecto, por ejemplo, para un uso óptimo y puntual.
En lo que respecta a la recarga, la pequeña capacidad de la batería significa un tiempo de recarga corto, «corto» significa aquí seis horas en un enchufe de pared estándar y tres horas y media a través de una WallBox. A partir de este otoño se iba a ofrecer un cargador opcional de 22kW que permitiera una «recarga» de 45 minutos, pero lamentablemente su disponibilidad se pospuso hasta el próximo año.
¡Por último, el competidor más cercano al ForFour ED entre los coches eléctricos de ciudad es su compatriota Volkswagen e-Up! – que sigue siendo el más abandonado, con 162 matriculaciones desde principios de año, y que está ligeramente por delante del ForFour ED en cuanto a espacio interior, prestaciones y autonomía, pero que es más barato, ya que cuesta un mínimo de 27.860 euros cuando el Smart de gama alta, que incluye tapicería de cuero y control de crucero, cuesta 27.300 euros.